El fútbol hace lo que lapolítica no puede (bien y mal)

En la ciudad de Sevilla, el fútbol volvió a dar muestras de su tremendo poder para unir y vincular a los pueblos. Bajo este contexto se desarrolló ayer el Partido de la Paz que enfrentó a un equipo formado por jugadores israelíes y palestinos y la selección de Andalucía. La encuentro fue transmitido por televisión en directo a 14 países, lo que significó una audiencia potencial de 500 millones de espectadores.
En la conferencia de prensa, previa al partido, Shimón Peres (viceprimer ministro de Israel) manifestó que "los futbolistas, como los actores, son hoy los héroes de los niños" y subrayó "la labor de los deportistas de todo el mundo, quienes son los importantes mensajeros de la paz".
El match fue organizado por el Centro Peres por la Paz y participaron del mismo autoridades de los gobiernos palestino e israelí y representantes del Estado de España. El astro francés, Michel Platini, llevó a cabo el saque de honor y al estadio se acercaron alrededor de 35.000 personas.

El fútbol, como deporte popular, tiene sus virtudes y defectos. Es un espejo de la sociedad que puede colaborar para unir pueblos o, también, para incentivar odios que nada tienen que ver con el arte del balompié. Sin ir más lejos, el pasado 23 de noviembre un simpatizante del Hapoel Tel Aviv salvó milagrosamente su vida después de ser perseguido por 150 hinchas (¿?) del París Saint-Germain (PSG) que querían agredirlo en plena capital francesa. La acción del policía Antoine Granomort evitó un drama que se originó en un estadio de fútbol por motivos que nada tienen que ver con el deporte más popular del mundo. La pelota se mancha, después se lava y enseguida se vuelve a manchar por una simple razón: el fútbol está manejado por hombres...algunos de buen corazón y otros de comportamiento nefasto. Lo ocurrido (y no evitado) en Francia fue lamentable y doloroso. Lo jugado en España fue benévolo y generoso. Pero buscar en el fútbol lo que la política no ofrece es, cuanto menos, "inocente".

++ CENTRO PERES POR LA PAZ

Foto: EFE