El aporte peruano

Destacable la nota que publicó Ambito Financiero (lunes 3, páginas 16 y 17) sobre los aviones de combate que, en una arriesgada maniobra, el gobierno peruano le ofreció a la Argentina después de iniciada la guerra de Malvinas, en mayo de 1982.
Es muy rica la descripción que hace Edgardo Aguilera en cuanto a las fechas y, por sobre todas la cosas, en cómo se pergeñó la operación mientras perduraba la prohibición de transferir material bélico a Buenos Aires. Los 10 Mirage 5 P (foto) llegaron desde La Joya (Perú) hasta la base aérea de Tandil, luego de realizar una escala nocturna en Jujuy para cumplir con el reabastecimiento. La crónica incluye los detalles del pago que efectuó el Estado argentino y la descripción de cómo se encubrió semejante transacción en medio de la guerra.
En el párrafo final se afirma que esas naves nunca entraron en combate ya que la Fuerza Aérea Argentina (FAA) prefirió usar los aviones Dagger (una variante del Mirage V, de origen israelí). Sin embargo, una vez finalizada la guerra se supo que la FAA perdió en batalla 17 Mirage y casi 25 Skyhawk, es probable que alguno de ellos fuera uno de los aparatos que llegaron desde Perú.
El riesgo asumido por la Fuerza Aérea de Perú (FAP) -sin olvidar el ofrecimiento de armas que realizó Venezuela- fue digno de elogio más allá de las circunstancias de la guerra. Fue un acto reflejo de un país sudamericano que tomó rápida conciencia de la desigualdad de fuerzas en este particular casus belli.

--> Historia del Nesher (Dagger)