Cerebro en mano

Voy a tomarme una licencia para referirme a un tema que nada tiene que ver con este blog, pero como las bitácoras tiene ese toque personal que las convierten en algo "diferente" (bueno, a veces) aquí voy a apelar a la opinión lisa y llana. Y, desde luego, seré breve.
Por razones laborales, el encendido de mi televisor abarca la franja horaria nocturna que comienza a las 23 horas y siempre me interesa ver qué oferta hay en la televisión abierta. Pero esto viene a cuento porque desde hace un año las emisoras se volcaron a incluir en su programación un segmento que fue muy exitoso en Estados Unidos y que se denominó "Midnight charts". Estos productos están dirigidos a un amplio espectro de la población y recurren, sobre todo, al humor irónico y sarcástico para abordar la realidad diaria. Más aún cuando estos programas anteceden al noticiero final de cada emisora y al posterior cierre de la señal los días hábiles.
Las versiones vernáculas de estos Midnight charts son una ironía de la idea original y apelan a recursos facilistas para captar la atención del televidente. Y en la cima de este concepto, casi mamarracho, se ubica el programa "Cámara en mano", que emite TELEFE y que cuenta con la conducción de Matías Martin y la producción de Endemol (junto, también, a Fatto in casa, la productora de Martin). Esta tira es el colmo del absurdo y parece increíble (bah...quizás en este país no) que tenga en promedio 7 puntos de rating (InfoBae, 22/02), lo que significa mucho para un producto tan mediocre en ideas y vacío de guión o razón. Gracias a la oferta y al control remoto uno puede escapar de esa emisión tan bizarra, de clase Z y sin ningún pilar que la sostenga (no hay nada rescatable, lo que sí puede ocurrir en productos mal llevados al aire, pero con alguna sección positiva). El pseudo cronista Manuel "Manu" Sarrabayrouse es el paradigma del mal gusto y lo combina, como todo personaje mediocre y vacío, con la obsecuencia hacia el conductor. "¿Qué querés que haga Matute?", pregunta el muchacho a la espera de una orden suprema de Martin. Frases como "esto es para vos Matu" o "mirame Matute" se multiplican centenares de veces de la boca de este personaje que hace gala de un sometimiento mediático pocas veces visto. Realmente, Camara en mano debería llamarse cerebro en mano porque habrá que tener muy poco de esto último para soportar 40 minutos de mediocridad absoluta. Quizás Lucía Maciel, otra de las cronistas, sea lo más alto del programa ya que intenta, siempre, apotar algo diferente en sus salidas al aire. Digamos que en este espacio el talento de la joven está totalmente desperdiciado y desde luego que no puede destacarse. Una lástima.
Aunque en este mismo segmento los programas que compiten con Cámara en mano no son muy superiores (Duro de domar, en Canal 13, y Fuga a la Media Noche, por América), sí le permiten al espectador distraerse de la realidad con enfoques distintos y relejados. Así las cosas, en calidad y oficio gana, por lejos, Duro de domar (Canal 13), ya que, muy a pesar de sus columnistas, Roberto Pettinato tiene la genialidad de quienes llevan años en programas de este tipo.
Párrafo especial para quienes son parte de esos siete puntos que cosecha Cámara en mano todos los días (porque cuando yo mismo lo vi, fue con rigor crítico y no por elección). Como soy optimista, me permito dudar de la empresa que realiza las mediciones. Pero...si los números reflejan la realidad, no quedará otra que aceptar que frases como "vemos lo que somos" y "tenemos lo que nos merecemos" son cien por ciento reales en la Argentina de hoy. Triste, pero es así.