¿Se le puede pedir más Invasor?
Sin lugar a dudas Invasor (ARG) dio sobradas muestras de su grandeza y de sus aptitudes como Sangre Pura de Carrera. Si no es el mejor ejemplar de la historia, anda muy cerca de ello. Luego de la competencia en Dubai, en la que derrotó al único caballo que supo ganarle (en condiciones adversas para el hijo de Candy Stripes), la hazaña quedó completa y sus admiradores pudieron ver cómo el zaino nacido en el Haras Clausán se impuso ante los adversarios más poderosos del planeta. También a sus propietarios les quedó el sabor dulce de lograr la victoria más importante del mundo en tierras nativas, donde los premios se disfrutan más. Así las cosas, la pregunta que da título a este post tiene más relevancia que nunca. El caballo nacido en la Argentina demostró que es más que un crack y demolió a todos los rivales que se le presentaron en todas las pistas donde lo tocó competir (Uruguay, Estados Unidos y Dubai), ¿no fue suficiente semejante hazaña? El mejor caballo de todos los criados en suelo argentino le concedió al Shadwell Stable's y a su dueño, el Sheikh Hamdan Bin Rashid Al Maktoum, toda la gloria y una cantidad importante de dinero (casi 8 millones de dólares). Gracias a este presente, Invasor tiene asegurado su futuro hasta el último de sus días. Hacer cuentas y comparar su campaña parece, por lo menos, egoísta y poco amable para con el zaino.
Su entrenador, Kiaran McLaughin, ya afirmó que posiblemente Invasor será presentado en el Suburban Handicap (G1) y en la próxima edición de la Breeders’ Cup Classic (G1). Ahora bien, ¿con qué propósito? ¿Para buscar más bolsas? O peor: ¿Para resentir a un ejemplar que ya sufrió una severa lesión? Ojalá que no sea así. Invasor merece un descanso porque su jerarquía así lo indica. Para entender cabalmente lo hecho por el hijo de Candy Stripes el tiempo será un aliado incuestionable. Quienes dirigen la campaña de Premium Tap ya decidieron retirarlo de las competencias para que comience su carrera como reproductor. ¿No sería justo hacer algo similar con Invasor? La arrogancia mayúscula puede soslayar cualquier éxito. El magnífico Invasor quizás está pidiendo algo...y nadie quiere escucharlo. El reconocimiento público (que no es vano) ya lo tiene bien ganado por mérito propio.
Etiquetas: Actualidad, Sport Business, Turf
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