¿Loma la Lata o mano en la lata?
Lo que es capaz de hacer el Gobierno por un "cacho" de energía. La portada del diario Ambito Financiero es más que elocuente y el detalle estremece. En materia de asalariados...ganan por goleada los petroleros (que nos queda al resto).
SE RINDIO EL GOBIERNO ANTE PRESION SINDICAL QUE DEJO MEDIO PAIS SIN GAS
Capituló ayer el gobierno ante una presión gremial que ni siquiera podía soñar el camionero Hugo Moyano. Y el país padeció una suerte de colapso energético al menos industrial como no se recuerda en las últimas décadas, a pesar de que la Casa Rosada se niega a hablar de crisis en el sector. Y en cuatro horas, de madrugada, finalmente concedió lo que desde hace un año reclaman los gremios petroleros (recordar los episodios de Las Heras y el asesinato del policía Sayago). El corte de gas, producto de tomas violentas de yacimientos en el Sur que como siempre nadie reprimió (por primera vez cesó totalmente de funcionar Loma de la Lata), afectó a compañías como Acíndar, Siderca, Profertil por citar algunas, grandes y chicas, de casi todas las provincias, entre ellas Tucumán, Córdoba, San Juan, Mendoza (también se bloquearon las entregas a Chile).
Hubo tonos violentos sin que interviniese, como siempre, la fuerza pública. Un caos que amenazó con apagón general si el conflicto se extendía unas horas más, de ahí que debió resolverse a los apurones y de madrugada, en la misma Casa Rosada, con varios ministros en escena y la preocupada atención telefónica de Néstor Kirchner, quien de no poder dormir la siesta ahora tampoco empieza a poder dormir de noche. Puede detenerse el periodista en la anécdota de un ministro (Carlos Tomada) advirtiendo a sus colegas: «No les hagan esa propuesta a los muchachos porque los van a cagar a patadas». Debe conocer el titular de Trabajo la energía de los gremialistas: fue su representante legal en otros tiempos. O la peripecia de otro ministro, Julio De Vido, corriendo por los pasillos de la Casa Rosada al sindicalista Guillermo Pereyra (graciosamente, un kirchnerista de la primera hora) porque éste escapaba enojado sin aceptar las propuestas oficiales. También estuvieron colegas de gabinete como Aníbal Fernández, gente de la AFIP, del avión presidencial para devolver a los gremialistas a Santa Cruz y apaciguar a los revoltosos, y la propia titular de Economía, Felisa Miceli, quien merodea el pedido sindical desde hace tiempo y, por supuesto, nunca acercó una alternativa.
Y pagó ayer el gobierno con su rendición, como siempre: habrá un subsidio. Reconocimiento por ley, a partir del año próximo, que ubica a los gremios petroleros en posición de privilegio frente a otros trabajadores, empresarios o jubilados. Porque, al fin de cuentas, lo que las tomas de yacimientos demandaban y consiguieron en la víspera en suma fue la abolición de la negativa tributaria que no permite ajustar por inflación el pago de impuestos a las personas físicas. Y abre, para el resto de la ciudadanía, la exigencia de reclamar lo mismo que Kirchner les concedió a los petroleros(...).
(...) Siempre el gobierno se distrajo de esos pedidos, no hizo caso. Como suele hacer con todos los sectores y desde hace tiempo. Salvo que ahora algunos perdieron la paciencia. Justo los que más ganan, quienes por disponer de esos fuertes ingresos frente al resto de los asalariados, son también los que más pagan. Y, por lo tanto, la AFIP le lleva lo que consiguieron de aumento, como hace con las empresas y ciudadanos a los que no les reconoce que en la Argentina hubo inflación. Tarde o temprano, en economía todo se paga. (Más inf. en págs. 2, 3 y 4).
Fuente: Ambito Financiero
Etiquetas: Actualidad, Economía, Periodismo, Política
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