Unleash The Fury en Buenos Aires
Antes que nada una aclaración: de manera voluntaria dejé pasar una semana para realizar el comentario sobre el show que el maestro Yngwie J. Malmsteen ofreció en Buenos Aires el pasado sábado en el escenario de "El Teatro", de Flores.
Tal como ocurrió en las dos ocasiones anteriores, el guitarrista sueco no defraudó a los miles de fans que concurrimos a verlo en acción. Siempre es mágico escuchar a Malmsteen en vivo y sus shows no dejan nada librado al azar. Todo es premeditado y la perfección tiene rasgos de respeto hacia un público que siempre acompaña al mejor guitarrista del mundo, sin importar dónde toque. El "line up" para los dos shows que se brindaron en la Argentina estuvo compuesto por Douglas White (en voz), Mick Cervino (bajo), Patrick Johansson (bateria) y Michael Troy (teclados). Un acompañamiento aceptable que sólo en los teclados mostró algo de zozobra con ejecuciones más modestas que las escuchadas en recitales anteriores. El resto de la banda se alineó sin fisuras a la guitarra del maestro y el sonido del lugar fue óptimo. Quizás en ciertos pasajes la voz de Doogie se notó algo baja, pero esto tiene que ver con la potente amplificación que necesita Malmsteen para explotar las seis cuerdas. Y vaya que lo hizo.
No obstante ello, cada presentación del guitarrista sueco parecerá breve ya que resulta imposible redundar en un sólo show la producción de 26 discos long play y otros tantos en versión single. Y algo así ocurrió el sábado pasado...ya que todos los asistentes al show nos quedamos con ganas de escuhar algo más. Aunque el tour tenía como misión presentar el CD "Unleash The Fury" (2005), Malmsteen no decepcionó y tocó para todos algunas de sus mejores creaciones como, por ejemplo, Far Beyond The Sun (con Adagio como introducción), Dreaming, Gates Of Babylon, Trilogy Suite, You Don't Remember I'll Never Forget, Black Star, I'll See the Light Tonight y Fugue (excelente interpretación con el sonido de la orquesta grabada en back).
Ya expliqué en un post anterior lo que Yngwie Malmsteen significa para mí. La revolución que me produjo la primera vez que lo escuché cambió mi modo de entender la música para siempre. Me acercó a la guitarra, un instrumento que adoro, y le enseñó a mis oídos lo que representa la palabra virtuosismo aplicada a la música. Quizás más adelante, en otro comentario, haga un análisis profundo de la carrera musical de Yngwie Malmsteen, esa que lo llevó a convertirse en el mejor guitarrista del mundo y en uno de los más talentosos del presente siglo. Puedo asegurar, de todas formas, que habrá un antes y un después de Malmsteen en lo que respecta a la ejecución de la guitarra de un modo integral.
Para cerrar este post, quiero decir que tuve la suerte de ver a Yngwie las tres veces que vino a Buenos Aires y creo, realmente, que será muy difícil de superar su primera visita, aquella que dio en el ex estadio Obras Sanitarias, en agosto de 1996. Recuerdo que ese show, la gira por el lanzamiento del disco "Fire & Ice", no tuvo altibajos y nos ofreció a un Malmsteen en el mejor momento de su carrera.
Antes de finalizar, quiero compartir una alegría íntima relacionada con el evento del sábado pasado. En el hall de entrada tuve la suerte de ver y saludar a Martín Knye, un verdadero caudillo de las seis cuerdas al que jamás me cansaré de escuchar y adorar. Martín nació para la guitarra y ella, por antropología natural, le pertenece. Quizás pase mucho tiempo hasta que surja en estas tierras un guitarrista con la calidad y el virtuosismo que supo mostrar Martín. El propio Malmsteen aplaudiría de pie, con emoción, la producción musical del ex violero del Kamikaze. El actual desarraigo musical de Martín jamás borrará la identidad que supo construir este monstruo de la guitarra.
Vídeo: Tema "Fugue" subido por Mescalito79 (Buenos Aires, 8 de diciembre de 2007).
<< Home