LZ Press LZ Press: Argentina: mucho fútbol y pocos negocios

MI PARTICULAR MIRADA SOBRE LA PRENSA Y LA COMUNICACIÓN UNIVERSAL

septiembre 30, 2006

Argentina: mucho fútbol y pocos negocios


La aventura de manejar los destinos económicos de un club puede tener dos finales según el país donde se ejerza. En la Argentina, por ejemplo, la posibilidad de mostrar ejercicios (balances) financieros anuales sin tinta roja parece convertirse, cada día más, en una misión imposible y el escarnio público está a la vuelta de la esquina para cualquier directivo que busque el éxito económico antes que el deportivo. En otras latitudes, con ligas sideralmente más competitivas y lucrativas, la buena performance financiera tiene una estrecha relación con la gloria deportiva. A fines de agosto, el diario español El Economista publicó algunos detalles sobre las alzas y bajas en las acciones de los clubes europeos que cotizan en bolsa y que, en su conjunto, forman el Dow Jones Stoxx Football (índice que abarca a los principales clubes de fútbol cotizantes). En la nota, de Jorge Zuloaga, se mencionaba el caso del FC Copenhagen, club propiedad de la empresa danesa Parken Sport y que logró la clasificación a la Champions League después de eliminar al Ajax de Holanda. Entre la múltiples referencias positivas, lo destacado del FC Copenhagen tiene que ver con la buena gestión llevada a cabo por la compañía propietaria. En términos locales, es como si Argentinos Juniors o Arsenal de Sarandí lograran el acceso a un torneo continental eliminando a uno de los equipos más poderosos del mundo. En Dinamarca eso se llama realidad...por obra y gracia de la excelencia en la gestión económico financiera. Bajo la dirección de Parken Sport, el club danés logró un alza en sus acciones (cotiza en bolsa) superior al 100 por ciento en el lapso de un año y consiguió duplicar sus ingresos en cuatro años. Para maximizar las ventas, la empresa explotó al máximo uno de los activos más preciados del club: el gran estadio ubicado en la capital del país. La utilización comercial del Parken Stadium reflejó ingresos extraordinarios, en cuenta corriente, y fue escenario de conciertos musicales, eventos sociales y hasta de carreras de autos.

El fútbol, como industria del entretenimiento, es uno de los negocios más rentables del mundo...la cuestión saber quién se queda con los dividendos y las ganacias de un "business" tan lucrativo. Y en esta coyuntura, la situación de la Argentina es un caso de estudio para los administradores más avezados. La liga local (torneos Apertura y Clausura de Primera división y ruedas del ascenso) es una de las más fanatizadas del planeta, con público de sobra que destina a este deporte un porcentaje considerable de su presupuesto económico. El fútbol es la competición más popular de la Argentina y el vínculo hincha-club está al tope en la escala de valores sociales. Bajo esta premisa, ¿puede no ser rentable el negocio del fútbol en el país? Claro que puede...y las respuestas a este fenómeno tienen directa relación con lo que ocurre, por ejemplo, en el caso del club danés. A principios del mes de septiembre el diario La Nación publicó, en su editorial, una preocupante reseña sobre la gran cantidad de clubes que se encuentran al borde del colapso financiero por la falta de ingresos. En la nota también se mencionaba que "hay una docena de clubes bajo la mira de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y en riesgo de sufrir procesos por infracciones diversas a la legislación tributaria vigente". Así las cosas, lo único cierto es que la pobreza de los clubes argentinos se debe a que, en casi todos los casos, la ganancia de este negocio cae en manos de intermediarios e individuos que se sirven de los clubes para provecho propio. El caso del FC Copenhagen es, quizás, el ejemplo inverso de lo que ocurre en la Argentina. Europa, y sobre todo Inglaterra, son el ejemplo claro de la rentabilidad que hoy ofrece el negocio del fútbol con contratos televisivos y de comercialización que se triplican anualmente. En la Premier League inglesa, 16 de sus 20 equipos tienen balances con superávit operativos producto, esto, del aumento de ingresos. Mientras tanto, el fútbol argentino vive "otra realidad" y en el reparto final de ingresos los clubes son perjudicados de cabo a rabo. La perversa dinámica del fútbol local obliga a las instituciones a exportar su materia prima (jugadores) para salir del ahogo financiero. Y en el medio, un conjunto de agentes y actores indirectos del deporte aumentan sus ganancias sin participar en la columna del "debe". Son los grandes "ganadores" de la industria del fútbol que comercializan el oro una vez que el mismo es sacado de las minas subterráneas. Son los que apuestan a ganador con riesgo cero y sin presupuestos que mantener.
En las ligas más competitivas del mundo la taquilla y los derechos de TV son la base de los ingresos de los clubes. En el extremo opuesto, la venta de jugadores se convierte en una variable mínima ya que ellos, los jugadores, son la "materia prima" y, por consiguiente, la atracción del espectáculo. Un buen plantel y un correcto resultado le permite al club aumentar sus ventas y acrecentar sus ingresos. Exactamente lo inverso se realiza en el país ya que el 47% de los ingresos de las instituciones deportivas proviene de la venta de jugadores (según un estudio de la consultora Deloitte, de hace dos años). ¿Y el resto de los conceptos (taquilla, abonos, alquiler de estadios, derechos de TV, broadcasting, merchandising, sponsoreo, agencias de turismo y viajes, giras comerciales, etc)? Al mínimo de su explotación...por obra y gracia de los mediocres dirigentes del fútbol argentino que no ven más allá de sus narices y que, por ende, no entienden la dinámica de un negocio que tiene bases sólidas y un futuro sin techo en lo que se refiere a la generación de ingresos. El fútbol en la Argetina es un negocio (¿?) casi informal con cuadros directivos tan pobres como los clubes mismos.

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